Evaluación detallada de los patrones de comportamiento de la presión arterial de una persona durante el día y la noche, fuera del ambiente hospitalario y durante sus actividades diarias, para establecer un diagnóstico oportuno, proporcionando un adecuado seguimiento y ajuste del tratamiento farmacológico, con el fin de reducir los riesgos cardiovasculares (infartos cerebrales, infarto al corazón, daño renal, mareos, desmayos, pérdida de visión, entre otros), ocasionados por variaciones anormales.